El secreto medicinal de los chichimecas

El secreto medicinal de los chichimecas

 

En las  regiones montañosas del centro de México , especialmente en la Sierra Gorda y la Sierra de Álvarez , habitaron por siglos pueblos originarios conocidos colectivamente como chichimecas.

 

Por Carolina Ballesteros

Lejos de la imagen colonial que los reducción a “salvajes del norte” , los chichimecas desarrollaron formas sofisticadas de vida , adaptadas al monte, al clima y los recursos de la tierra. Su vínculo con las plantas no era místico ni decorativo: era práctico, constante y preciso .

Entre los elementos que conformaban su herbolaria activa estaba una raíz de sabor intenso y efectos inmediatos , utilizada para aliviar dolores, sanar heridas, combatir infecciones y mantener el cuerpo en equilibrio . Ese uso no se perdió: ha pasado de generación en generación , sin interrupción, como parte de una medicina viva . Hoy, esa raíz sigue presente en muchos hogares rurales y comienza a ganar visibilidad en nuevas formas de cuidado natural .

A esa raíz se le conoce como Heliopsis longipes , aunque en muchas comunidades se nombra simplemente como chilcuague . El nombre chilcuague proviene del náhuatl chilmecatl , que significa "mecate picoso" , haciendo referencia tanto a su forma alargada como a su sabor fuerte y característico .

A diferencia de otras plantas con efectos calmantes o cicatrizantes, el chilcuague es de las más efectivas por su acción casi inmediata , generando una sensación de cosquilleo que adormece ligeramente la zona . Esta respuesta tan particular no solo es muestra de su potencia , sino que también ha hecho de su raíz una de las más apreciadas en los botiquines naturales .

Esta raíz contiene un compuesto llamado espilantol , también conocido como afinina . Este principio activo es reconocido por sus propiedades bactericidas, anestésicas, analgésicas y antiinflamatorias , lo que explica por qué, generación tras generación, se ha usado para calmar molestias en muelas, garganta, estómago o músculos adoloridos . Investigaciones recientes han comparado que tiene un efecto parecido a los medicamentos convencionales , como el ketorolaco .

 

Además de su efecto analgésico, el chilcuague destaca por sus propiedades antisépticas, antifúngicas y antioxidantes , lo que lo convierte en un gran aliado para proteger y favorecer la cicatrización de heridas de forma natural . Su acción ayuda a prevenir infecciones y acompañar el proceso de sanación de manera respetuosa con el cuerpo. Tradicionalmente, bastaba con masticar un pequeño trozo de su raíz para sentir cómo despertaba la boca con un cosquilleo punzante y una leve sensación de adormecimiento : señales claras de que su poder comenzaba a actuar.

Gracias a estas grandes propiedades curativas , cuenta una leyenda que sucedió a mediados del siglo pasado, durante el período de la Segunda Guerra Mundial . En ese momento, las tropas estadounidenses sufrían de muchas enfermedades, pero una de las que más les perjudicaban eran los parásitos intestinales . Estos malestares empezaron a afectar de manera drástica el rendimiento de los soldados , por lo cual el gobierno necesitaba encontrar algún remedio eficaz y que pudiera conseguirlo en masa . Tras buscar todo tipo de medicina, dieron con la raíz del chilcuague , resultando ser extremadamente efectiva . Debido a esto, comenzaron a sobreexplotar la planta , disminuyendo la población de manera significativa, al punto de casi extinguirla . A pesar de su sobreuso, el chilcuague no se extinguió gracias a su cultivo en zonas de difícil acceso y al conocimiento tradicional de las comunidades locales mexicanas .

Hoy en día, además del uso directo de la raíz, también se encuentran presentaciones en forma de tinturas, sprays o pomadas que conservan sus propiedades. Estas opciones permiten acercar a los beneficios del chilcuague de manera práctica , sin perder la conexión con el conocimiento ancestral que le da origen.

En Baumma , confiamos en las plantas porque sabemos de lo que son capaces . El chilcuague , con su potencia viva y su historia compartida entre generaciones , es nuestro componente principal de nuestras fórmulas, del cual, actualmente, está en trámite de patente . Esta raíz no va sola , sino que la acompañamos con otras plantas que, en conjunto, amplifican su acción y permiten una respuesta más integral del cuerpo .

Este enfoque no busca replicar fórmulas del pasado de forma aislada , sino tejer con ellas nuevas rutas de cuidado que sigan honrando ese conocimiento . De ese proceso nace Alivia Spray Clásico , un ejemplo claro de cómo traducimos esa herencia en soluciones accesibles y actuales . Este spray está formulado para actuar de forma tópica, ayudando a desinfectar, desinflamar, cicatrizar y calmar el dolor , gracias a una mezcla botánica centrada en el chilcuague y reforzada con otras plantas medicinales .

Hoy, al revalorar y usar el chilcuague con responsabilidad , mantenemos viva no solo una raíz poderosa , sino también una manera distinta de sanar : más cercana, más consciente, más nuestra . Nos da la oportunidad de honrar la tradición herbolaria que forma parte del patrimonio cultural mexicano .

En la actualidad, el verdadero valor del chilcuague perdura por su gran eficacia como remedio natural . Su uso responsable y su revalorización permiten mantener viva una tradición herbolaria que forma parte del patrimonio cultural mexicano .


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